Circulando por la carretera de la ría en Erandio, observo la sección de bolardos de plástico y el estado en que se encuentran.
Pregunto por ahí a la gente que pasaba cuánto tiempo llevaban en ese estado.
Por lo visto hay quienes ni se habían dado cuenta. Una mujer me dice que no se fijó, pero que es auxiliar de enfremería y que ha atendido a unos cuantos motoristas y me empieza a hbalr del estado de las carreteras, de los quitamiedos, etc.
Habrá quien piense que es algo nimio. Pero que haya bolardos de medio metro tirados en la carretera a mi no me parece nada trivial. Puede ser que quienes piensen en lo poco importante que es este asunto son los mismos que piensan que todos los vehículos que circulan por la carretera son turismos o todoterrenos. O camiones. Los vehículos de 2 ó 3 ruedas no existen.
¿Ciclistas, triciclos, ciclomotores, motocicletas? ¿Qué es eso?
Si vamos hacia el extremo de la perspectiva de esa gente nos asalta la idea aquella de que «hay a quienes aunque les des una carretera para ellos solos no les llega». Son ellos con su vehículo en el mundo. Lo demás no existe. En fin. La empatía no es una capacidad que todo el mundo comparta.
Hablamos de seguridad. Hay quien le da importancia. Otros no. Cuando llega el incidente o accidente, a lo mejor alguien decide hacer algo.
Yo como soy imbécil, ni se la de veces que dejando el vehículo en lugar seguro, he apartado de la carretera toda clase de objetos. Piezas de parachoques, tapacubos, piezas de metal mas o menos voluminosas, etc. Mi patología es grave ya que hasta parto latas de refrescos y plásticos de las escaleras. Será que pienso que tu no ves esos objetos y bajando las escaleras los podrías pisar y tener un serio problema.
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