Ocharcoaga mon amour

Viví en este barrio hasta los 33 años. Y constato dos o tres cosillas.
Que aquí es donde acaba mucha gente no muy recomendable y que no vienen por iniciativa propia. Que hay cierto nivel de cuentistas profesionales cobrando dinero público sin dar un palo al agua. Que hay gente que no debe saber ni lo que significa saludar, de la exquisita educación de la que hacen gala. Que por Ocharcoaga no se pasa. A Ocharcoaga se va.
Ocharcoaga siempre me pareció más bien apartada de Bilbao. Siempre se decía -bajamos a Bilbao- como si el barrio no formara parte de la villa. Ciertamente he pasado largos ratos en las marquesinas de los autobuses esperando a que llegaran. Con frío, calor, lluvia o lo que tocase. Ir a Basurto, por ejemplo es echarle casi una hora en hora punta.
Según tengo entendido, hubo una época (finales de los 70 - principios de los 80) en la que había tantos gitanos haciendo la vida imposible que se echó a la gran mayoría. Pero pasado el tiempo la "gente civilizada" volvió o la trajeron. Sinceramente, me da la impresión, de que Ocharcoaga parece el cajón donde se mete al que no encajaba en otra parte.
Aqui se ve gente que parece que vive en la calle. Que no dan ni golpe y encima cobran. Yo no digo que no cobre el que lo merezca porque las circunstancias de un despido repentino, por ejemplo conduzcan a ello. Lo grave no es que haya alguien en el paro. Lo jodido (y con perdón) es que estos personajes no quieran trabajar. Ni tengan remota intención de hacerlo. Ya les puedes dar cursillos de macramé, papiroflexia, aire acondicionado, electricidad, o de baile del vientre. Hay un refrán que dice: llámame tonto, échame pan. Alguien incluso dice que los más peneuvistas de todos los vascos son los gitanos de Ocharcoaga. Si cobran de la manera más simple y descarada del dinero de todos seguirán votando a quien les da de comer. Hoy por ti, mañana por mi.
Aqui he visto de todo.
De pequeñito gente inyectándose heroína en plena calle. Conocidos que robaban botellas de Coca-Cola o cerveza de los camiones para hacerse los chulitos. Gitanos dándole al cante (literalmente) hasta las tantas. Macarrillas de medio pelo derrapando y haciendo trompos con el coche por la noche, en la parada del autobús. En esta misma parada, la cabina telefónica no sabe ni la de veces que le han roto los cristales. Por supuesto, no soy de esas personas que se pasan todo el día por la ventana mirando. Una profesora nos contó una vez que un alumno muy pequeño (de párvulos) solía estar con una pata de pollo o con un pan y un puñado de alubias dentro antes de entrar a la tarde al colegio, sobre las 14:30. Era lo que comía. Asi que le dió tanta pena que le dió 20.000 pesetas o a algo así de las de entonces para ayudar a su familia. Hace ya más de 20 años. Y mira lo que le dijo el niño al poco tiempo a la profesora comiendo una pata de pollo (de nuevo y como siempre) antes de las 15 (hora de entrada a clase):
- Jo ¡mi padre nos ha comprado un vídeo!
Con todo si he visto dos cosas que me sorprendieron:
Hecho 1:
Un autobús 03 pasto de las llamas por la kale borroka. Un barrio humilde a más no poder y que quemen un autobús por no se sabe que razón unos niñatos... Se podía ver al desconsolado chófer sentado en el bordillo asistiendo atónito y con cara de estar soñando ser testigo de la conversión en cenizas de su herramienta de trabajo.
Hecho 2:
Un gitano que empezó a dar voces y arremetió con el pico de una obra contra la cabina telefónica. Llamamos a la policía. Pero como en las películas llegó tarde.
Ocharcoaga es un barrio con fama. Y en este caso para mal. Siempre he oído las peores cosas de boca de la gente que nunca estuvo en él.
Una última cosa. Aqui también hay gente positiva y agradable. Si vivís en Bilbao, siempre podréis desconocer (o no) que alguien cercano a vosotros/as tuvo relación con Ocharcoaga y no tiene nada de peligroso. Hay gente que prefiere no decir de donde viene por temor al que dirán. Yo si lo digo. Y estoy orgulloso de ello. A pesar de todo.

20-1-2006
Diario El Correo
Edición Vizcaya
JOSÉ MARI REVIRIEGO/BILBAO
Rechazan un piso social en alquiler en Otxarkoaga el 76% de los que reciben la oferta
«La negativa imagen social» del barrio explica el alto índice de renuncias registrado el año pasado
La dirección de Viviendas Municipales de Bilbao, la sociedad del Ayuntamiento que gestiona el parque inmobiliario en alquiler, ha recibido con preocupación los últimos resultados sobre la adjudicación de casas en Otxarkoaga. El balance correspondiente a 2005 revela que el 76% de las personas a las que se les ofreció un piso en renta en este barrio lo rechazó porque no les gusta la zona.
El alto índice de renuncias, que se produce «en muchos casos sin tan siquiera ver la vivienda», obedece «fundamentalmente a la negativa imagen social» que hay de Otxarkoaga en el resto de la ciudad, según el informe elaborado por la sociedad municipal. Por este motivo, existe una mayor probabilidad de que los inscritos en la lista única de Etxebide acepten el inmueble que les toque aquí si «proceden del mismo barrio, residen en ambientes degradados o están en situación de exclusión».
Pese a la mejora urbanística experimentada por la zona en los últimos años, clave para lograr una regeneración social, las personas que optan a una vivienda en alquiler en Bilbao descartan Otxarkoaga como destino y manifiestan sus preferencias por otros sitios, como Deusto, Miribilla y San Adrián. La calle Cortes sigue siendo el enclave que más rechazos suscita.
El informe, que mide la «necesidad real» de vivienda entre los apuntados a Etxebide, coincide con la encuesta de los agentes inmobiliarios de Vizcaya: el barrio pesa más que el tamaño y la calidad a la hora de decidirse por un piso.
Para «buscar la igualdad» de oportunidades, el Ayuntamiento emplea desde 2004 un sistema informático para la adjudicación de pisos sociales. «Cualquier familia que cumpla los requisitos de ajuste para la vivienda en cuestión puede ser propuesta para residir en Otxarkoaga», señala el balance. La directora de Viviendas Municipales, Isabel Garcés, aseguró ayer que así no se crean guetos al evitar la concentración en un mismo vecindario de inquilinos conflictivos o en riesgo de exclusión.
Borrados de las listas
Por norma general, un aspirante puede renunciar una vez al piso que reciba en suerte. Esta es la decisión que adoptaron el año pasado 97 inscritos en Etxebide, en las 143 propuestas hechas para Otxarkoaga -más de la mitad eran menores de 35 años-. Si lo hacen en una segunda ocasión, quedarán borrados de las listas. En este barrio hay 13 viviendas libres en una calle, reiteradamente rechazadas.
El alquiler social en Otxarkoaga ronda los 200 euros -equivale para todos los casos en el 20 ó el 25% de los ingresos ponderados percibidos por la unidad familiar-. La sociedad municipal tiene aquí el parque en renta más importante de la ciudad (1.150 de sus 5.000 pisos), pero sus habitantes siguen pagando a día de hoy la precaria planificación del barrio, nacido en los sesenta.
Para mejorarlo y frenar las renuncias, «punto débil» en la política inmobiliaria, el Ayuntamiento promueve la rehabilitación de edificios y locales comerciales, y la instalación de ascensores. Además, gestionará este año 130 pisos nuevos para el alquiler social y otros 55 para el que viene, en un intento por regenerar el distrito y atraer a inquilinos jóvenes. En lo sociológico, colabora con los servicios de Acción Social y Mujer, y con la asociación Iniciativa Gitana.
El PP reconoció ayer la mejora del barrio, pero exigió al Gobierno local más implicación para controlar «a las familias conflictivas» y que «acelere los desahucios» para poner fin a los comportamientos «incívicos» de algunos vecinos. Viviendas Municipales decidió cuatro desalojos en 2005 por mala convivencia e impagos, aunque resuelve la mayoría de los expedientes por la vía de la conciliación.

Poner aceras está bien, pero no sirve de nada si no se interviene a nivel social. Los vecinos lamentan "que se asocie el barrio a esa gente" que vive en algunos bloques de pisos.
CARMEN BARREIRO/BILBAO
Cuando se les pregunta a los vecinos de Ocharcoaga por qué creen que 8 de cada 10 personas apuntadas a Etxebide renuncian a vivir en el barrio, la primera reacción es de sorpresa. No lo entienden. "Está claro que no es el centro de Bilbao, pero tampoco se está tan mal" explican. La cosa cambia cuando se profundiza en el tema y empiezan a salir nombres como la calle Txotena, Irumineta o Langaran. "Mujer, haber empezado por ahí. Lo que me sorprendería en ese caso es que una pareja normal aceptase la vivienda". María José Ruiz sabe bien de lo que habla. "Viví durante unos años en los últimos bloques de la calle Txotena y en cuanto tuve la oportunidad me cambié a los primeros. No podía más. Aquello es el "Bronx".
Sara Sixto comparte la opinión de su amiga. Asegura que la mayoría de los inquilinos "no respetan las normas mínimas de convivencia", "viven del cuento" y "no se integran. Han llenado los pisos de gente marginal", protesta. Los vecinos mantienen que no se trata de una zona peligrosa desde el punto de vista de la delincuencia. "La gente no rechaza la vivienda porque tenga miedo a que le roben. No. La rechaza porque el día a día es insufrible. ¿Quién va a querer un piso donde el vecino de enfrente se niega a fregar la escalera, el de arriba pone la música a tope a las 3 de la madrugada y el de abajo rompe el cristal del portal porque ha perdido las llaves? Pues nadie" se lamenta Servando Iglesias, mientras espera su turno en la carnicería de Paco y Mari.
Los representantes de las principales agrupaciones vecinales insisten en que Ocharcoaga "ha mejorado mucho en los últimos años", pero también reconocen que "todavía falta mucho por hacer. Hay que admitir que desde el punto de vista urbanístico se ha actuado bien. Basta con darse una vuelta por el barrio. El problema ahora es de base. De nada sirve poner aceras o ascensores si no se interviene a nivel social", mantiene el presidente de la asociación de vecinos, Ángel Velasco.
Para Cristóbal Ribera, secretario de la Agrupación de Familias de Ocharcoaga, el "reparto indiscriminado de ayudas sociales" está haciendo mucho daño al barrio. "Hay familias enteras que viven de las subvenciones y ni se molestan en buscar trabajo. La solución para esta gente no está en financiarles los gastos, sino en ofrecerles cauces de formación que les permitan acceder a un empleo".

El periódico también indica que Ocharcoaga es el 3% de la población bilbaína (12.300 habitantes). 2 de cada 10 son menores de 20 años. Y 2 de cada 10 también son mayores de 65. El último estudio sobre el barrio destaca el importante descenso demográfico experimentado en los últimos 15 años y la 2 "llamativa" concentración de personas que cobran la renta básica. Los vecinos de Ocharcoaga representan el 4% de todos los perceptores de ayudas sociales del País Vasco.