Una píldora de desahogo de un ciudadano corriente y moliente ante la desidia y el despilfarro institucional

28 agosto 2009

Los nuevos ricos

Simplemente ¡Premio!

28-08-2009
20 minutos
Los nuevos ricos
RICARDO GARCÍA NIETO - Murcia
Olvidan que la libertad es el cese absoluto de querer parecerse a alguien. Imitan el bronceado privilegio de políticos y aristócratas financieros. Compran, hablan y aburren para parecerse a ellos, y se pasean como solemnes directores de sí mismos para que nos lo creamos. Pero no nos convencen. Dejan la inteligencia aparcada en uno de los sótanos del hipermercado y le dicen al corazón que pase de largo, que no detenga ni un latido ante las desgracias de los demás. Aparentan, acumulan y no se dan cuenta de que han colgado a sus espaldas el cartel de cretinos. No dejan de decirnos: fíjate si seré idiota que me he ido de viaje a la isla de "Sólo Venimos la Élite", me he comprado un váter que suelta champán en vez de agua o un teléfono multimedia que se tira gases electrónicos.

La pobreza es mucho más sigilosa. Aparece por la noche junto a los contenedores de basura, en los comedores sociales, y en los bancos donde los excluidos duermen bajo las nubes amarillentas de las ciudades. Hay que no verla para querer ser como los nuevos ricos, los auténticos imbéciles del milenio. Hay una gran contradicción entre el mundo real de la gente en paro y el mundo de lo frívolo e intrascendente con el que se nos martillea desde los medios de comunicación. Y la superabundancia al alcance ilusorio de todos. Y biotipos, modelos y discursos repetidos tan inútiles como las almas vacías que de ellos se benefician.

Hay una contradicción entre las personas que buscan un sentido a este corto paseo que es la vida y los bueyes en los que quieren convertirnos. Bueyes políticamente correctos, por supuesto, que pagan sus impuestos y van a votar, como quien comulga, a los cuatro listos que los partidos mayoritarios imponen. Hay una gran contradicción entre la pálida decencia de la gente corriente y los bronceados privilegios de esa aristocracia política, financiera y televisiva del nuevo milenio. Bronceados, sí, siempre puestos al sol para que todo el mundo los vea.

27 agosto 2009

Después de Santa Clara y Zabalbide, ahora Masustegui

Si cuando digo que los respartidores se van a mosquear y nos van a dejar a todos una semana sin cervezas no les va a faltar razón. Menuda profesión. Alguno seguro que no gana para multas o para pagar el gasoil dando vueltas para poder dejar su carga en el lugar correspondiente. Paciencia, oyes.
Desde el sábado 29 hasta el lunes 31 ¿acabarán los vehículos haciendo la competencia a los mejores especialistas de Hollywood y circularán a dos ruedas por cada vez más calles?
Porque si todavía alguno no se ha dado cuenta desviar el atasco poniendo semaforitos, badenes y ensanchando aceras o peatonalizando calles no es solucionar el problema de fondo.
El problema de fondo es no poner un autobús Sarricúe- Churdínaga - Santuchu, por ejemplo... Pero eso es mucho pedir. Es mejor poner el quinto vagón el año que viene o gastarse más de 1.400 millones en la Supersur.
Y si no, como hace unos meses como sucedió al lado de los juzgados de Barroeta Aldamar, se te cuelan en el camión. Les retienen. Y tu haciendo el ridículo poniendo la denuncia...
Mejor ponerla si. Pero aplicar la ley como debe ser no estaría mal, para variar...

21 agosto 2009

El repartidor contra Azkuna

Azkuna se enfrentaba en fechas recientes (durante el comienzo de la Semana Grande bilbaína) a un repartidor hecho un basilisco (perdón, un oso) que le reclamaba las 13 multas que le ha puesto en una sóla mañana.
Hecho que demuestra lo eficaz que es el Gabinete Azkuna para recaudar dinero para despilfarrarlo después en gastos absurdos...
Poner una barandilla en un barrio que se reclama desde hace lustros... ¡puede esperar!