Una píldora de desahogo de un ciudadano corriente y moliente ante la desidia y el despilfarro institucional

05 agosto 2008

Begoña. Ampliación estival de la OTA

El afán recaudatorio no descansa. Véase el caso de una nueva zona que antes no tenía el aparcamiento regulado. Aprovechando estas fechas tan especiales, en las que todo el mundo está en Bilbao, la zona cercana a la basílica de Begoña pasa a estar regulada por la OTA. El conocido aparcamiento paralelo a la avenida Zumalacárregui es el que va a ser recordado a la vuelta del descanso estival por más de un conductor. Pena y asco da lo que una de las víctimas de semejante desfachatez municipal declara. No merece la pena recurrir porque no servirá de nada.
El gabinete Azkuna vuelve con renovados bríos. Se nota su vuelta, Ilustrísimo.

5-8-2008
Diario El Correo
Edición Vizcaya
DAVID S. OLABARRI
«Menuda vuelta de vacaciones»
Entre quince y veinte conductores acumulan unas 50 sanciones tras la llegada por sorpresa de la OTA a una zona libre de aparcamiento en Begoña
Nada más volver después de unos días de vacaciones en Barcelona, Xabi Badallo fue a recoger su coche a un pequeño aparcamiento situado justo al lado de la Basílica de Begoña. Como hacen muchos bilbaínos, siempre que deja su vehículo en la capital por unos días, este joven de 28 años busca un espacio libre de OTA que le mantenga a salvo de las multas. Y para eso, este estacionamiento, que durante años fue vigilado por un guardacoches, era el espacio idóneo. Confiado, cogió las maletas, llamó a un taxi y se fue al aeropuerto con su novia, pensando ya en el festival de música al que iban a asistir.
Al regresar a Bilbao, el pasado miércoles, se encontró con una desagradable sorpresa. Su coche tenía tres multas de OTA en el limpiaparabrisas. «Es imposible», pensó. Después, miró al suelo y comprobó que habían pintado unas rayas verdes sobre el asfalto, con los coches estacionados, y que a sólo unos metros de allí había un parquímetro que «la última vez no estaba».
«Indignado», no dudó en reclamar. Primero, lo intentó por teléfono. Nada. «No me hicieron ni caso. No me aclaraban nada de lo que necesitaba saber. Decían que presentara una queja si quería», recuerda.

«No es justo»
Después, a varios metros de allí, se encontró con un vigilante de OTA. El hombre, «más amable», le explicó que desde hace varios días esa es una zona de pago y que poco antes habían puesto avisos en los coches anunciando que a partir de ahora empezarían a «poner multas» a aquellos coches que no pagasen el tique de aparcamiento.
Xabi se marchó un jueves de Bilbao y no vio el aviso. Como tampoco lo hicieron otros «quince o veinte» conductores más. Entre todos los vehículos estacionados en este parking de Begoña acumulaban unas 50 multas.
A pesar del «enfado» del momento, Xabi decidió pagar las sanciones directamente en el parquímetro. Todavía estaba a tiempo de librarse de la multa si pagaba doce euros por cada una. Si se tarda en pagar, en cambio, los doce euros se transforman en una pena de sesenta euros. «Menuda vuelta de vacaciones. No es justo y podría recurrir. Pero sé que no me van a hacer ni caso. Si recurro igual tengo que pagar mucho más», explica.

A sesenta euros
Sin embargo, este técnico en telecomunicaciones se siente relativamente afortunado. Sabe que hay casos peores. «Hay mucha gente que aparca ahí, como en otras zonas libres de OTA, cuando se va de vacaciones. Cuando al final desistí y me fui del aparcamiento había muchos coches igual. Algunos a lo mejor no vuelven hasta dentro de mucho tiempo. Y cuando lo hagan se van a encontrar con un montón de multas y encima van a tener que pagar sesenta euros por cada una. No es justo», denuncia.