Al lado de donde trabajo hay una empresa que se dedica a realizar montajes de frontales de locales comerciales, bajos, etc. En la camioneta llevan todo el material: marcos metálicos, apoyos de pared, etc.
Esto me contó ayer uno de sus trabajadores:
Después de buscar sitio durante casi media hora para poder aparcar al fin lo consigue relativamente cerca de la lonja donde ibana hacer el cerramiento frontal. Pues bien, como la OTA sólo permite un estacionamiento máximo de 2 horas cuando llegó la vigilante de la OTA el trabajador le explicó que tenía que seguir alli ya que, evidente y circunstancialmente el trabajo llevaría más de 120 minutos, que le había costado casi media hora encontrar sitio relativamente cerca del lugar de la instalación en curso, que si le obligaba a moverse tardaría no sabría cuanto en encontrar un espacio para estacionar o si sería lejos de la zona, etc.
La vigilante por lo visto seguiría la “consigna municipal” de recaudación y fue tan solidaria, comprensiva y tan urbanamente eficaz que al trabajador le dijo que tururú.
El currante (no se si arrodillado con los brazos en cruz y clamando piedad al cielo) dijo:
- Múlteme.
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