Ibarrangelu. Confianza ciega

La escala de la población nunca será determinante para la consecución de ciertas acciones poco diplomáticas y delicadas. Lo que pasa es que en los pueblos todos se conocen. Y algunos se conocen cada vez mejor. Y otros ya conocen mejor a algunos. Aunque esto parezca un trabalenguas el resultado es el mismo: transparencia en toda acción municipal. Sobre todo en lo que a dineros se refiere.

7-5-2006
Diario El Correo
Edición Vizcaya
CARMEN BARREIRO/BILBAO
El pago de una compensación a un antiguo alcalde desata la polémica de Ibarrangelu
El Consistorio indemniza con 120.000 euros al ex regidor para que deje un bar de titularidad municipal, del que es arrendatario hasta 2016El Ayuntamiento de Ibarrangelu aprobó en un pleno celebrado la pasada semana compensar con 120.200 euros a un ex alcalde de la localidad para que abandone un bar de titularidad municipal situado en la playa de Laida, del que es arrendatario. El Consistorio abonará esta cantidad en concepto de rescisión del contrato de renta antigua que existe entre el ex regidor, que es también el gerente del Consorcio de Aguas de Busturialdea, y la administración local hasta el 2016. La decisión ha desatado una agria polémica entre los vecinos de este pequeño municipio costero.
«Con esta medida eliminaremos una situación de alquiler de renta antigua y pasaremos a una concesión en la que el Ayuntamiento tendrá el control del servicio», argumentó el actual alcalde de la localidad, Kerman Meaurio, en una carta informativa que ha enviado a los residentes en la zona para evitar «habladurías». Ambos primeros ediles pertenecen al PNV.
Un grupo de vecinos ha mostrado su «indignación» por el «ocultismo» de la operación y por ofrecer una «importante suma económica, que la tenemos que pagar entre todos, pudiendo esperar nueve años más sin pagar un solo euro», explicaron varios de los vecinos, que ahora tratan de organizarse para recurrir la decisión ante los tribunales. «Ha habido un descarado trato de favor hacia esta persona; nos sentimos absolutamente indefensos», afirmaron.
El alquiler del establecimiento, que también incluye un piso en la planta superior, se remonta a más de 60 años, época en la que fue alquilado al padre del actual inquilino. Al parecer, la relación arrendatario-arrendador es tan antigua que ni siquiera hay un contrato escrito que la regule. El precio de la misma es también muy bajo, según los vecinos.
El alcalde, que afirma que la decisión ha sido bien acogida por otros residentes, aseguró que «la administración local es la propietaria del inmueble, pero, al mismo tiempo, la ley otorga unos derechos al arrendatario». El Ayuntamiento se reunió hace tres años con el actual inquilino para alcanzar un acuerdo. Entonces se negociaron dos posibilidades: que el ex regidor comprara la propiedad o que el Consistorio adquiriera el derecho sobre el negocio.

Bar cerrado
Durante el periodo en el que han durado las negociaciones, el establecimiento ha permanecido cerrado. Entretanto, se encargó un estudio de tasación y el informe reveló que el coste del inmueble sin arrendatario es de 504.800 euros, mientras que con inquilino y contrato de explotación hasta 2015 es de 318.500. El derecho de explotación se cuantificó en 186.300 euros.
Finalmente, el Ayuntamiento desechó la posibilidad de vender el local porque de esta forma no se garantizaría el servicio de hostelería que hasta ahora se había prestado. «Si no ha atendido a sus clientes tantos años, que más da esperar nueve años más», replicaron los vecinos. Por último, el alcalde agradeció la buena disposición del arrendatario para llegar a un acuerdo, ya que el precio final, 120.200 euros, es inferior al planteado por la sociedad de tasación: 186.300.