Unos cuantos y cuantas de la generación de nuestros padres deberían de dar alguna explicación. Imagino un estudiante responsable (con sus defectos como todos) pensando en su futuro y como ser humano, ciudadano de este país me asombra que no le den ganas de mandar todo o mandarse a sí mismo a la mierda.
Supongo que habrá gente que merece la pena, que la familia y la amistad cuentan y que la esperanza es lo último que queda.
No estaría de más que todos (jóvenes, maduros y requetemaduros) se informasen de lo que les rodea, se hiciesen preguntas e intentasen llegar a conclusiones.
Con hipótesis desacertadas y errores de apreciación, quiero pensar que como individuos en la conciencia de cada cual debería imperar el mandato de no convertirse en mero consumidor, narcotizado, insolidario, aborregado y acrítico.
Ahí va una infografía para quitar el hipo. Un fenómeno que debe ser único en el mundo. Fenómeno que no se produce en el transcurso de un fin de semana. Todo esto se va cocinando a fuego lento.
Hay quien dice que hasta es una fenomenal estrategia política para esclavizar y acobardar a la sociedad.
Que cada uno saque sus conclusiones.
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