Yo ya dije en su día y lo sigo manteniendo, si es que los que rediseñan las calles, las cambian de sentido, las peatonalizan, las llenan de bolardos, ensanchan aceras y un largo etcétera, lo hacen sobre un hermoso plano en un hermoso estudio.
Son los vecinos que alli viven en el mundo real, quienes saben mejor que nadie la idiosincracia de las calles donde habitan. Las conocen, pasan por ellas todos los días. Saben sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Saben cuando se ha hecho una burrada o cuando se pretende hacerla.
Claro que con este consistorio se antoja complicado que a uno le hagan caso. Ejemplos sangrantes como la recomendación de un ciudadano sobre el paso de cebra de la avenida Montevideo en Basurto que durmió durante años en un estante municipal están ahí. Ya escribí que se alegaba que era un cruce complicado. Después de la tragedia como siempre, vienen las lamentaciones por lo que pudo hacerse para evitarla. Murieron dos niños y en día y medio se realizó la mejora. Otro tema que coincidió en este caso fue el asunto competencial (tipo bola de ping-pong). La Diputación tiene la competencia hasta aqui y el ayuntamiento hasta acá. Y mientras se pasan la bola, el problema sin resolver.
Este consistorio escucha que da gusto y si no, que se lo pregunten a los vecinos de Recalde a cuenta de la ampliación del tranvía. Menudo tapón que les/nos espera.
¿Dónde están los Vigilantes de barrio armados con agendas electrónicas de último grito para anotar incidencias y demás? ¿Se anota todo de manera impoluta para luego ignorar esos datos?
En fin. Señores munícipes, ¿van a escuchar a los ciudadanos o les da igual que en Bilbao se abstenga el 43,04% del electorado?
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8-6-2007
Diario 20 minutos
Edición Bilbao
MANUEL ROMERO
El nuevo trayecto del bus da problemas y tarda más
Los Bilbobus pierden hasta 10 minutos por los giros que toman en la plaza de Indautxu, tras abrir Campuzano. Los conductores piden que se cambie.
Los nuevos recorridos para los autobuses de Bilbobus en el centro de la ciudad, adoptados tras la inauguración de las plazas de Campuzano e Indautxu, no son, precisamente, de lo más acertado, a juzgar por las opiniones de los viajeros, conductores e, incluso, peatones que frecuentan la zona centro.
Los conductores de Bilbobus ya han pedido al Ayuntamiento que modifique los trayectos de las líneas 27, 38, 48, 26, 77 y 76. Los recorridos de estas seis líneas, que tienen Gregorio de la Revilla como eje principal, provocan serias dificultades para los autobuses, debido a los pronunciados giros que deben tomar. Además, los vehículos invaden las aceras y acumulan una importante pérdida de tiempo, hasta diez minutos, en los recorridos.
El problema radica en el desvío que deben realizar los buses cuando suben por Gregorio de la Revilla. Al no poder continuar por esta calle –la plaza de Indautxu lo impide–, deben girar por Alameda de Urquijo, luego por Manuel Allende y Simón Bolívar para volver a Gregorio de la Revilla. Cuatro complicados giros para salvar apenas 250 metros de distancia.
«No han acertado con los recorridos; esas calles están hechas para los turismos, no para los buses», explica Mikel Fernández, conductor y miembro del comité de empresa de TCSA, la empresa concesionaria de Bilbobus.
Dinos
... qué línea se eterniza
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La doble fila, el peor de los males
Es incontrolable y cuando los conductores de Bilbobus se topan con ella, el viaje puede eternizarse. La doble fila es uno de las causantes de los colapsos de los autobuses, que terminan incumpliendo sus frecuencias. Los autobuses tienen que lidiar a diario con los coches mal aparcados en la zona centro, sobre todo en horario comercial. Cuando los coches estacionan en las esquinas, los buses no pueden torcer y se forma el atasco.
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