El día 16-02-2006 publiqué la entrada número 100 (y lo que te rondaré, morena) a cuenta del cambio de sentido de la calle Lersundi a su paso por el Hotel Domine hacia alameda Recalde. En las inmediaciones del Museo Guggenheim.
La última moda en este venerable consistorio se resume en dos opciones por separado o conjuntas. Parece que han descubierto el fuego y ahora lo que evita atropellos, accidentes y agiliza el tráfico es soterrar y cambiar de sentido las calles. Ya quieren soterrar también la rotonda del alto de Miraflores. ¿con qué objeto? Cambiar de sentido una calle principal debe ser algo digno de reposado estudio antes de su aplicación. El resultado del nuevo sentido de circulación en Lersundi es trasladar el problema a la plaza Moyúa. Ahora los que vienen de Iparraguirre buscando el puente de La Salve hacia la salida de Begoña evitan dar el rodeo por Mazarredo asi que la plaza Moyúa deja de ser lo fluída que era antes, dentro de la relativa densidad de circulación rodada general. Como se puede apreciar en la foto (y eso que no era hora punta) la cosa ha cambiado y mucho. Ahora son mayoría los que giran por la plaza para tomar alameda Recalde y taponando incluso el carril interior.
Yo es que sigo sin ver el sentido como dije en la entrada 100 de esta modesta bitácora, y valga la “rebuznancia” (porque hay que ser burro) del dichoso cambio de sentido.
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