Los ciclomotores no se venden. Creo que una vez estrenados y puestos en circulación, transcurridos 3 años han de pasar la ITV.
De fábrica vienen limitados a una velocidad máxima de 45 km/h. La inmensísima mayoría de usuarios una vez hecho el rodaje optan por quitar los topes y de esta manera el rendimiento del vehículo deja de estar limitado.
¿Es esto una trampa? Cualquiera que haya circulado con un ciclomotor sabe lo que es andar a 45 en llano y cuesta arriba a 20 km/h. Automovilistas echándote el aliento en el cogote, circulando por tramos largos y urbanos sin posibilidad de realizar adelantos. Y tu con cara de angustiado mirando por el espejo retrovisor rezando para que la cuesta se acabe cuanto antes. Y ciertamente, es un momento agónico.
No digamos ya si la cosa tiene lugar lloviendo a cántaros o granizando, de noche y con viento.
Los que utilizamos moto ya sabemos lo que es pasar frío o majarse.
No se si fue Kevin Schwantz el que dijo aquello de que lo más divertido que se podía hacer vestido era ir en moto.
En una bici, moto o vehículo similar se integra uno con la naturaleza. Para bien o para mal.
¿Dónde está la trampa de la ITV?
Bueno, el debate es que si los usuarios de ciclomotor ponen los topes para pasar a ITV y después se los vuelven a quitar una vez aprobado el examen la cosa tiene guasa.
Hay gente que dice que como es un vehículo de vida corta, para cuando ha de pasar la ITV ya está vendido o en el desguace.
Yo opino lo siguiente:
¿Qué alternativa le queda a quien quiera desplazarse por ciudad sin tener que sacarse un carnet y tener que comprar una moto de 125 c.c.?
Me parece que es otra dinámica sacadineros.
Se hace decaer el ciclomotor para llevar e asunto a un nivel superior y asi obligar a gastar un dineral para el que quiera hacer cuatro recados dando sendas vueltas por la ciudad donde vive.
Todo el que quiera realizar gestiones rápidas en múltiples puntos de su ciudad lo tiene crudo. Que se saque el carnet de moto (y ya puestos el de coche) y después la moto de 125 c.c.
Eso de andar con el ciclomotor y hacer 5 recados en una hora por la ciudad pasó a mejor vida.
No se pierdan el artículo dedicado al asunto en El Correo debajo de la carta al Director de 20 minutos.
14-4-2009
20 minutos
Cartas al Director
JOSÉ A. GARCÍA MELERO
Málaga
La ITV es injusta con los ciclomotores
Referente al artículo publicado ayer en 20 minutos sobre la ITV de los ciclomotores, me gustaría aclarar que es totalmente injusta. Hace un mes llevé un ciclomotor y, sorprendentemente, me dijeron que era desfavorable: alcanzaba 61 km/h, y según la ley no puede pasar de 45 km/h.
Esta prueba la realizan en un rodillo libre sin resistencia de peso ni aire. Tras pasar por el taller y probar que en la calle no sobrepasa los 30 km/h, me dirijo nuevamente a la estación de ITV. La máquina marca ahora 63, pero esta vez el operario hace la vista gorda, pues se da cuenta de que esa forma de medir es injusta: sí pueden pasar coches y motos que sobrepasan los 200 en nuestras carreteras, limitadas a 120.
Señores de la DGT, sepan que si mi ciclomotor supera la velocidad permitida, ya intentaré yo, al igual que en mi coche, no sobrepasarla. Y si lo hiciera, para eso hay radares, que tan mal instalados están en las ciudades y carreteras, con afán recaudatorio, en vez de con la intención de evitar más muertes.
13-03-2009
El Correo
SOLANGE VÁZQUEZ | BILBAO
s.vazquez@diario-elcorreo.com
Uno de cada tres ciclomotores no pasa la ITV
Los trucajes para lograr más velocidad son la principal causa de suspenso en las revisiones efectuadas en Vizcaya
Los ciclomotores van camino de ser una especie al borde de la extinción. El parque móvil en Vizcaya es de 22.000 unidades, pero las matriculaciones se encuentran en caída libre y han alcanzado mínimos históricos, según revelan los datos facilitados por la Jefatura provincial de Tráfico. El mes pasado sólo se inscribieron 26 ciclomotores, casi un 54% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Un descenso mucho más acusado que el de los coches, que rebasa el 30%. Una de las causas que explica que el bajón de estos vehículos de dos ruedas sea mucho más pronunciado que el de los turismos es el temor a la ITV.
Desde que en enero del año pasado se estableció que las máquinas que lleven más de tres años en circulación están obligadas a pasar la inspección, la demanda de este medio de transporte se ha desplomado. Expertos del sector coinciden en afirmar que «la mayoría» de los ciclomotores están trucados para correr más y no pasan la revisión a no ser que antes corrijan las 'mejoras'. De hecho, según estimaciones del Gobierno vasco -que está en pleno proceso de recopilación de datos sobre este fenómeno-, aproximadamente uno de cada tres ciclomotores que acuden a las estaciones vizcaínas de ITV no obtiene el visto bueno.
Fuentes del Ejecutivo autónomo explican que la principal razón de 'suspenso' durante el examen es «la superación del límite máximo admisible en el ensayo de control de velocidad». Es decir, que tienen el mecanismo manipulado para superar el límite de 45 kilómetros que marca la ley para una cilindrada inferior a 50 cc. Así, con un sencillo cambio de los limitadores de velocidad, pueden alcanzar los 80 kilómetros por hora. Anomalías en el alumbrado y la señalización, emisiones contaminantes -incluido el exceso de ruido- e irregularidades en ejes, ruedas y neumáticos, así como problemas en la señalización e identificación del vehículo son, por ese orden, otros de los motivos que impiden a los ciclomotores obtener el visto bueno en la ITV, según el departamento de Industria del Gobierno vasco.
De 'quita y pon'
Por eso, los dueños de establecimientos de reparación y concesionarios admiten que cada vez son más los conductores que, a sabiendas de los requisitos de la revisión y de las modificaciones que han hecho en sus ciclomotores, van antes al mecánico para borrar todo indicio de ilegalidad. «Claro, así los dueños de talleres se frotan las manos. Primero realizan los cambios que les piden los clientes, sustituyendo las piezas que vienen de serie, y luego lo deshacen todo para pasar las inspecciones -explica Luis Murguía, asesor de Movilidad y Seguridad Vial de Real Automóvil Club (RAC) vasco-navarro-. Tres de cada cuatro ciclomotores que se ven por la calle están trucados. Si no, nadie se compraría uno». Por tanto, el hecho de que sólo un tercio 'caiga' en la ITV confirma que los conductores recurren de manera habitual al trucaje de 'quita y pon'.
«Hay una gran hipocresía en este asunto. Quien hace la ley hace la trampa. Por ejemplo, se venden 'kits' para aumentar la velocidad... si no es legal, ¿por qué están en el mercado? Y para el tema de los humos, por ejemplo, hay aditivos especiales que se añaden a la gasolina de los coches. De hecho, en Francia se montó un gran revuelo porque para detectar irregularidades se empezó a pedir responsabilidades legales a los talleres que utilizaban estos métodos. Pero aquí estamos muy lejos de eso... se lavan las manos», detalla Murguía, quien recuerda que todas estas modificaciones fraudulentas pueden ser utilizadas por los seguros en caso de accidente para inhibirse de pagar.
El jefe provincial de Tráfico en Vizcaya, Adolfo Peñaranda, afirma que, «aunque ahora hay más control, se ven muchos ciclomotores trucados». A su juicio, la obligación de matricular estos vehículos y de someterlos a la ITV «ha podido hacer pensar a algunos posibles usuarios que no merece la pena tener uno». Además, señala otro factor -para nada coyuntural, por lo que no justificaría la caída de los últimos meses- que influye en el hundimiento de ventas: «Las condiciones climatológicas. Aquí llueve constantemente, por eso hay muchos menos ciclomotores que en el Mediterráneo. Las matriculaciones en Vizcaya sólo suponen un 0,81% de todo el país, según datos de finales del año pasado», destaca Peñaranda.
Tato Zapata, presidente de Bilbovespa, también culpa a la lluvia. Además, en el caso de los aficionados a las vespas, las ITV no son un problema: «La mayoría tienen una media de 30 años y están muy bien cuidadas. Además, no se trucan, porque no son para ir rápido, sino para disfrutar del trayecto», subraya. Por eso, a pesar de los pésimos tiempos que corren para los ciclomotores, no se muestra apocalíptico: «En todos los garajes de Bilbao hay alguna moto», insiste.
De hecho, los ayuntamientos no se olvidan de su presencia y se afanan en arañar huecos a la ciudad para habilitar aparcamientos. Sólo en Bilbao, el Consistorio ha creado 118 zonas, con más de 1.000 plazas, para que puedan estacionar los vehículos de dos ruedas. Aunque si las matriculaciones de ciclomotores siguen su tendencia a la baja, estos espacios estarán pronto mucho más despejados.
Parque móvil: En Vizcaya hay unos 22.000 ciclomotores. Son más utilizados en zonas costeras.
ITV: Desde el 1 de enero de 2008 es obligatorio que todos los ciclomotores de tres o más años pasen la ITV. Los que no obtienen el visto bueno deben hacer una segunda inspección en el plazo máximo de dos meses.
Duración de la revisión: Examinar una 'scooter' lleva unos siete minutos, mientras que en revisar un turismo se tarda 12,5.
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