Siguiendo la estela del Museo Balenciaga en pulcritud de gestión, sus responsables se sacuden las pulgas como pueden. La rigurosidad resbala como las gotas de lluvia en las inundaciones de 1983. Todo se lo lleva el agua... derrapa como un boxeador sonado y con más copas de la cuenta, conduciendo un destartalado vehículo sin frenos por Zabalbide..
Y es que manejar cifras de dinero ajeno con demasiados ceros a la derecha entusiasma demasiado al personal.
No pasa nada. El electorado no tiene memoria e huir hacia adelante (con los bolsillos y las responsabilidades burladas) para cierta gente no supone nada. No levantan ni la ceja.
Ya están tardando con el Guggehheim 2. Podrían hacer otros tres. Eso si. Si construyen garajes cerca de las hipotéticas pinacotecas que sean a precios más asequibles y sin grietas. si puede ser. Y si se construyen viaductos para llegar a los museos después se derriban. Por cierto. Habría que peatonalizar Urdaibai. Que para eso es Reserva de la Biosfera y a los orinitólogos les encantaría pasear por baldosas podotáctiles, o las de biilbaíno diseño (en su defecto).
10-6-2009
El Correo
JOSÉ MARI REVIRIEGO | BILBAO
El Tribunal de Cuentas despacha el fiasco de los dólares en el último pleno con mayoría del PNV
El museo renuncia a las alegaciones a un informe que rechazan los consejeros de PSE y PP
El Tribunal Vasco de Cuentas (TVC) está a punto de cerrar un ciclo de gestión con mayoría de consejeros del PNV abordando una de las auditorías más controvertidas de su historia: la fiscalización abierta al museo Guggenheim por la ruinosa compra de dólares, en la que se perdieron al menos seis millones de euros de fondos públicos. El TVC, que es nombrado por el Parlamento, ha convocado para mañana el último pleno con su actual composición -los jeltzales tienen 3 vocales, EA (1), PSE (2) y PP (1)-, en una sesión en la que despachará un informe que suscita divergencias internas.
Pendiente de una renovación que dejará la próxima semana el control en manos de vocales propuestos por PSE y PP, el máximo organismo fiscalizador de Euskadi afronta las conclusiones de la operación de divisas sin haber llegado a un acuerdo unánime sobre las causas del fiasco. Incluso, la celeridad con la que se ha fijado la última cita ha despertado recelos en su seno.
Estas sospechas se alimentan en la decisión del centro cultural de no presentar alegaciones al informe, lo que en la práctica abrevia los plazos y permitiría dejar zanjada la cuestión antes de que cambie el equilibrio de fuerzas en el tribunal. Es la primera vez que el Guggenheim renuncia a matizar una auditoría del TVC. En ocasiones precedentes llegó a contratar a un bufete privado para la respuesta.
La compra de dólares, la moneda más utilizada por los marchantes de arte, constituye la operación más gravosa que ha sufrido el Guggenheim. Fue llevada a cabo de 1999 a 2005 por su sociedad Tenedora, encargada de la adquisición de obras de arte con fondos aportados por el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya a un ritmo de seis millones de euros al año. El propio TVC detectó en la fiscalización del período 1999-2005 el 'agujero' provocado por la sucesiva depreciación de la divisa estadounidense, mientras el museo la compraba a un precio muy superior al del mercado. El museo presentó en aquella ocasión 30 folios de alegaciones a un informe con otras tantas páginas.
Descubierta la ruinosa operación, el Parlamento vasco solicitó a principios de 2008 al TVC que analizara la legalidad de la compra de dólares, en una petición considerada extraordinaria, pues sólo lo había hecho antes con el 'caso tragaperras', hace casi 20 años. La auditoría ha coincidido en su desarrollo con el período más convulso vivido por la gestión de la pinacoteca, salpicada por un desfalco y graves acusaciones sobre falta de control público.
Con el presidente del tribunal, Jesús Álvarez, como ponente, el informe ha entrado ya en su recta final, aunque no concite el acuerdo de todos los consejeros. Aprobado de forma provisional el jueves pasado, el TVC convocó ayer el pleno que está llamado a ratificarlo definitivamente mañana mismo.
Votos particulares
Al parecer, el informe no emite una opinión sobre la legalidad de la operación, el fondo del asunto solicitado por el Parlamento. Otro motivo de discrepancia es que limita a tres el número de cambios de divisas, cuando algunos auditores habían doblado la cifra. Todo apunta a que los vocales de PSE y PP expresarán en sendos votos particulares su rechazo a esas conclusiones.
Como el Guggenheim ha renunciado a presentar alegaciones, el informe no pasará a la comisión técnica, donde los auditores jefes repasan la fiscalización antes de su debate en pleno. La elaboración de contestaciones, que es un derecho, prolonga el procedimiento. Sin esa respuesta, el actual Tribunal de Cuentas con mayoría del PNV puede zanjar mañana la auditoría, antes de que se nombre su nueva composición, prevista el jueves que viene. De sus siete miembros, cuatro serán propuestos por PP y PSE. La formación jeltzale es el único partido que ha respaldado a los gestores del Guggenheim.
Si el informe no convence a los nuevos miembros del TVC, cabe la posibilidad de tomar una medida inédita, que el Parlamento vasco refutar la auditoría.
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