Una píldora de desahogo de un ciudadano corriente y moliente ante la desidia y el despilfarro institucional

19 enero 2012

Martes, 17 de enero de 2012 en el Instituto Jorge Juan de Alicante

Mientras se celebran juicios (que son la punta del iceberg) donde se oyen infames peticiones, favores y confesiones por parte de los dirigentes de la Comunidad Autónoma que gobiernan, como dice Ignacio Escolar en su bitácora si viramos la foto que se muestra a sepia obtendremos una imagen de posguerra.
Un alumno del Instituto Jorge Juan de Alicante publica una foto en su página de Facebook donde no hay una escena subida de tono, un moretón en el cuerpo de una víctima de una paliza por parte de los matones, ni siquiera es el retrato de una calada de un cigarro a escondidas.

La foto es mas mundana. Y verdaderamente aterradora. Alumnos embozados con mantas para no pasar frío mientras atienden en clase. Me pregunto si sus padres votan a quienes llevan desde hace lustros dejando facturas sin pagar mientras se van llenando los bolsillos.

La foto duele.

Y duele porque, de risa en risa, vamos acercándonos a imágenes olvidadas hace tiempo. Y empezarán si es que no llevan tiempo siendo habituales a ser comunes. En los juzgados siguen su curso las querellas de famosos de quinta regional. Es lo mas importante.

Para contrastar con tanta miseria moral les remitimos a todos ustedes una carta publicada el mismo día que se tomó la foto de esta entrada:

17-01-2012
El País
Francisco Pastor Guzmán - Castellón
Por encima de las posibilidades ¿de quién?

Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, nos pide a los españoles “un esfuerzo más”. Alberto Fabra Part, presidente de la Generalitat Valenciana, dice que los valencianos “vivíamos por encima de nuestras posibilidades”.

Trabajo desde hace 14 años en I+D y desde hace 10 años lo compatibilizo con unas horas semanales de profesor en la universidad. Me esforcé de niño y adolescente en intentar aprender, sacar buenas notas y pasarlo bien. Me esforcé en la universidad para sacar la carrera y pasarlo bien. Me esforcé luego dando clases particulares y continúo ahora esforzándome en mis dos trabajos. Hace 10 años, junto a mi pareja, compramos un piso que entraba dentro de nuestras posibilidades. Ahora, tras 10 años de esfuerzo, hemos ahorrado el dinero suficiente para pagar lo que nos queda de hipoteca. Llevo años esforzándome y nunca he vivido por encima de mis posibilidades. Podía permitirme coches más caros pero no los he comprado, nunca he pedido un crédito para irme de vacaciones, reformé mi piso cuando tuve dinero para hacerlo. Me esfuerzo en educar a mis hijos lo mejor posible, los llevo a la escuela pública y me esfuerzo en la asociación de padres para ayudar a mejorarla. Cuando mis hijos enferman los llevo a la sanidad pública y si me queda jarabe en casa le digo al médico que no me haga una receta que no necesito.

Ahora estoy a punto de quedarme sin trabajo gracias a los que han vivido “por encima de nuestras posibilidades”. Ahora me piden “un esfuerzo más”. Yo siempre he pagado puntualmente la hipoteca y lo sigo haciendo así que no he hundido a la banca. Yo no he hecho bajar la Bolsa, no he hundido los mercados, no he inflado la economía, no he especulado con la vivienda, no he organizado carreras de coches en mi ciudad, no necesito un aeropuerto sin aviones, no tengo yate para ver la salida de la Copa América, no he ido nunca a ver la ópera en el Palau de les Arts. Yo no he deteriorado la escuela ni la sanidad públicas, no he tenido becas ni subvenciones, no he cobrado nunca el paro ni he provocado déficit al Estado, la autonomía ni la Seguridad Social. Yo no conozco a Moody's, Fitch ni Standard & Poor's pero sí conozco a los que vivieron por encima de mis posibilidades. Yo no les voté, a mí no me representan.

Soraya, el esfuerzo se lo pides a ellos.

2 comentarios:

Foxi dijo...

Si es que... hasta casi entiendo a esos 'locos' estadounidenses que se lían a tiros por doquier...
El fin de la crisis?


Saludos.

krollian dijo...

Foxi:

Razón tiene usted. Sí. Trabajar es cosa de pobres.

Voy a hacer como Camps. Cuando vaya a pagar en la cola del supermercado, le voy a preguntar a la cajera si tiene 200 euros.