24 marzo 2009

Sueldos y dignidad

Lo que más me gusta es la frase final. Yo he pensado muchas veces en que cierta gente tenía que vivir un mes la vida de un currito de barrio. Una verdadera cura de humildad.
Y para Juan Carlos Escudier mi más sincero ánimo y enhorabuena. Certero, genial y contundente. Llamar al pan, pan y al vino, vino no es algo que le suponga ningún compromiso.

21-3-2009
Publico
Juan Carlos Escudier
Merienda de medios
Me bajo el sueldo por España
Mientras Freddie Krugman, el terror de los asalariados, pedía que los trabajadores se bajen el sueldo por España y la plantilla de SEAT se los ha congelado un año y a sus directivos les sigue pareciendo poco, en EEUU se han indignado porque los ejecutivos de AIG, reflotada con dinero público, se han repartido unos millones de nada en premio a sus desvelos para hundir la compañía. La reacción allí ha sido rápida porque el Congreso se ha inventado un impuesto del 90% sobre estos bonus, que algunos ya estaban devolviendo después de recibir cartas con la oferta de hacerles gratis el nudo de la corbata con una cuerda de piano, según contaba Anna Grau en el ABC. Aquí Actualidad Económica les hubiera dado un premio.
“¿Por qué el primer ejecutivo de una multinacional cobra 160 veces más que un empleado ‘medio’ de esa misma compañía?”, inquiría también en la monarquipedia Fernando Cortés. Pues es una buena pregunta a la que tendrían que contestar Francisco González, César Alierta, Alfredo Sáenz o el propio Pizarro, que se doró un riñón cuando hacía de Agustina de Aragón en Endesa y también el otro cuando le dieron el pasaporte.
Krugman estaría de acuerdo en que reducir las remuneraciones de los barandas aumenta también la productividad, y en eso debía estar pensando Gonzalo Bernardos cuando proponía en El Periódico lo siguiente: “De la misma manera que hay un salario mínimo debería ponerse en práctica uno máximo, y nadie en España debería percibir por su trabajo más de 500.000 euros anuales”. ¿Hay alguien en contra en la sala?
Lo que parece un sarcasmo es pedir al mileurismo patrio que se recorte la nómina y además ponga sonrisa de fotomatón. “El nivel de productividad de los trabajadores de la manufactura en España es el 75% de sus homólogos estadounidenses (año 2007), el mismo porcentaje prácticamente que los salarios de tales trabajadores representan de los estadounidenses (79%). Los trabajadores españoles no están sobrepagados. En realidad, en comparación con sus homólogos en la UE-15, están subpagados” certificaba ayer Vicenç Navarro en El Plural.

Un buen consejo
Quien albergue dudas legítimas sobre este particular debería seguir el consejo de Luis Núñez, un lector de El Norte de Castilla: “Sería interesante que los expertos en economía y los empresarios hicieran la prueba de vivir con los mismos sueldos que pagan a sus empleados”. Va a ser que no, Luis.

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