14 julio 2006
Salve. Ruega por nosotros
A la Diputación se le ocurrió de repente un día que, mira por donde, Bilbao no puede poseer algo que ellos llaman “vía rápida”. Como el coche, e incluso me atrevería a decir, cualquier clase de transporte por carretera es tenido por impopular, contaminante e insolidario pasa a ser algo asi como una peste y cualquiera que se ponga a las manos de un volante o manillar poco le falta para ser un delincuente. Asi que como el transporte público cuenta con rutas, frecuencias, comodidad y un precio irrisorio es poco menos que un “delito” no “disfrutar” de su uso.
Lo que no me cuadra es que desde las instituciones oficiales (la Diputación de Vizcaya y el consistorio bilbaíno, sobre todo) se quiera hacer valer el transporte público por encima de cualquier consideración. Pongamos ejemplos: llegar a tu lugar de trabajo te supone andar una hora o más, a pesar de utilizar el transporte público, eres fontanero o cualquier otro profesional y llevas tu lavabo, tu taza de W.C., tus baldosas y herramientas varias en el metro, repartes bebidas o comidas y las vas llevando en bolsas desde la fábrica o almacén al lugar de reparto en “pequeños viajes”, eres comercial y llevas tu muestrario colgado de una percha por toda la ciudad mientras das múltiples paseos a modo de hombre pancarta, dejas la ambulancia en el hospital y llevas al malherido en camilla por todo el Gran Bilbao, hay un incendio y luchas contra él llevando un cubo de agua por toda la ciudad...
En fin. No voy a aburrir describiendo una retahíla de casos que todos conocemos. Como decía en la entrada del 17-3-2006 No soy el único que piensa igual. Es la ciudad de servicios sin servicios y todo se hace paseando por aceras tan anchas como canchas de baloncesto. Es lo que pasa cuando una ciudad se pretende hacer pasar por lugar para pasear y hacer turismo y no se piensa que muchos llevamos a cabo esas actividades previo trasiego laboral de kilometraje urbano o semiurbano. Ellos lo llaman “ciudad amable”. Yo lo llamo suplicio. Se ve que ellos no la sufren. Se ve que encuentran aparcamiento enseguida y hacen los recados sin dar ni una sóla vuelta para lograrlo. Y cuando van a trabajar pensando en la próxima obra o “mejora” no se encuentran un sólo atasco o embotellamiento. ¡Qué suerte tienen algunos!
14-7-2006
Diario 20 minutos
Edición Bilbao
Manuel Romero
Ahora le toca a la autovía de La Salve sufrir atascos
Desde hoy reducirá a uno sus carriles en ambos sentidos. Las obras forman parte de la construcción de un bulevar. Circulan 32.000 coches diarios.
Entrar y salir de Bilbao se complicará un poquito más a partir de hoy, aunque a estas alturas parezca difícil debido a la enorme cantidad de obras que dificultan el tráfico en toda la ciudad.
Las obras de reasfaltado del puente de la Salve, una de las principales entradas y salidas de Bilbao, con 32.000 vehículos diarios, obligarán a reducir los carriles de esta vía durante todo este verano. Así, quedará tan sólo un carril en cada sentido.
Las obras forman parte de la reforma integral del puente, así como de la transformación de la autovía que transcurre hasta Begoña y el barrio de Txurdinaga.
La Diputación vizcaína, que ya ejecuta la reforma de tres tramos de esta autovía, ha preferido esperar a la temporada de verano para acometer las obras e interferir menos en el tráfico. A pesar de que el túnel apenas mide unos 300 metros, las obras se alargarán ocho semanas debido al asfalto especial que necesita la superficie.
Los coches que entren por Begoña a partir de ahora se toparán con obras en toda la autovía, desde el mismo túnel de debajo la basílica hasta el puente situado junto al Museo Guggenheim.
Estos trabajos suponen, por ello, un grano de arena más en la enorme montaña de obras y colapsos de tráfico que sufren los accesos de Bilbao durante los últimos meses. El último tapón en sumarse a la muralla de entradas colapsadas fue el de Juan de Garay, en obras también durante todo el verano.
Un paseo peatonal desde el museo
Las obras de mejora del puente de La Salve y de la autovía que va hasta Txurdinaga no sólo beneficiarán a los vehículos. La transformación de la carretera en un bulevar también supondrá la construcción de un paseo peatonal que tendrá más de tres kilómetros. Los ciudadanos irán, además, más tranquilos, ya que los coches que pasen a su lado no podrán ir una velocidad superior a 50 km/hora.
ESa gente no tiene problemas de aparcamientos porque amen de unos sueldazos que les permiten comprarse parcelas y viviendas donde gusten, cuentan con vehiculos oficiales para recoger a sus hijosdel conservatorio, de las piscinas o de donde se tercie. Si no es así dime, cuantas veces has visto tú a un edil del partido que sea caminando por la ciudad en epoca no electoralista?
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