La falta de transparencia en la tierra de los vascos de debe al pertinaz y ancestral sirimiri que no deja ver con claridad lo que hay enfrente. Aunque el sirimiri sea un fenómeno meteorológico de lo mas escaso desde hace décadas, la claridad no parece ser la prioridad para el partido en el poder.
¿A qué ciudadanos se ha consultado sobre las grandes infraestructuras y sus grandes costes? Vivienda, empleo, transporte público, o reducir la huella ecológica no son prioridades para aparatos de poder que construyen más autopistas, trazados de TAV, viviendas que no se habitarán o promocionan el transporte privado de manera efectiva. Los hechos están ahí.
Extracto de la entrada de Euskizofrenia del 27 de septiembre de 2013:
Este jueves, EH Bildu, que lleva más de dos años mandando en Guipúzcoa, lanzó un mensaje demoledor que demostró para quién había gobernado el PNV en esa provincia hasta 2011. Las empresas con beneficios sólo tributan el 11’8 por ciento. Las 10 mayores compañías guipuzcoanas sólo pagan el 6’2 por ciento y hay una que ganó 40 millones de euros que sólo tuvo que apoquinar 400.000… Un irrisorio 1 por ciento. Tómense un descanso tras leer este párrafo para vomitar.
Mientras, al PNV y a los socialistas se les llenaba la boca de demagogia asegurando que sólo les iban a subir los impuestos a los trabajadores que ganasen más de 90.000 euros. 90.000 euros… ¿Por qué 90.000 euros y no 70.000 o 110.000? Legislar le da a uno vía libre para beneficiarse con las leyes que dicta. ¿Saben cuánto cobra un político? Pocos pasan de los 90.000 euros. Al menos, en dinero limpio… Un parlamentario vasco gana 75.000 euros brutos anuales. Quienes se encargan de poner la vara de medir ricos han decidido que ricos son todos aquellos que ganen más que los parlamentarios. Y ellos pagarán más impuestos que los demás.
http://euskizofrenia.blogspot.com.es/2013/09/vuelve-eta-no-ha-nacido-el-terrorismo.html
Añadamos la guinda de esta entrada con este escirto publicado el 30 de septiembre de 2013 por manu Álvarez en El Correo:
El problema básico viene dado porque el País Vasco no tiene una única hacienda recaudadora, tiene tres y sin embargo tiene cuatro centros de gasto: el Gobierno y las tres diputaciones, a los que habría que añadir incluso un quinto, formado por el conjunto de ayuntamientos. Y repartir lo que ingresan tres entre cuatro es más complicado de lo que parece. A saber. De cada 100 euros que ingresan las haciendas vascas, 70 deben ser entregados al Gobierno vasco y 30 se quedan las diputaciones forales, aunque en realidad entregan la mitad a los ayuntamientos lo que les deja tan sólo 15 para su gasto propio. El primer paso es sencillo. Lo complicado viene ahora. ¿Cómo entregar esos euros al Gobierno? Pues de acuerdo a unos porcentajes que, se supone, representan el peso de cada territorio en el conjunto de la economía vasca. Así, de cada 100 euros que se entregan al Ejecutivo vasco, la Diputación vizcaína pone 50,75; mientras que Gipuzkoa 33,02 y Álava 16,23. Ojo al dato, no aportan por lo que recaudan sino por su peso teórico.
Pero el hecho de que sean tres y no uno a recaudar es un auténtico lío. Por ejemplo. Álava recauda las retenciones de IRPF de todos los trabajadores de Lakua, pese a que un buen número de ellos viven en Gipuzkoa y Bizkaia, territorios donde cada año, en época de declaración de la Renta, reclaman la devolución correspondiente, en el caso de que proceda. Bizkaia, por su parte, tiene en este territorio la mayor parte de lo que se denomina "depósitos fiscales" de combustible, que es el punto en el que se aplica el impuesto especial de hidrocarburos, pese a que los litros que salen de ahí se consuman luego en gasolineras de Álava y Gipuzkoa. Claro que Gipuzkoa tiene los depósitos donde sucede lo mismo pero con el tabaco.
Y encima viene Montoro y la lía. El ministro aprobó una medida especial en el Impuesto de Sociedades, lo que se conoce como actualización de balances, las diputaciones le copiaron -sí, sí, Bildu copiando al PP para favorecer a las empresas, por raro que parezca- pero, en realidad solo ha funcionado bien en Bizkaia a efectos de recaudación. El Ejecutivo foral que preside José Luis Bilbao ha ingresado 120 millones, gracias en su mayor parte de Iberdrola, mientras que Gipuzkoa tan solo 5 y Álava 2 millones. Con estos desequilibrios, el modelo de aportaciones es una locura y siempre hay alguien que sale perdiendo. Y menos mal que, de momento, tan solo ha aflorado una parte del follón porque el siguiente está a la vuelta de la esquina. El Gobierno central ha aprobado un impuesto sobre la generación de electricidad, del que saldrá especialmente beneficiado Bizkaia, territorio en el que se encuentran las grandes centrales de ciclo combinado. Segundos fuera. Hasta el próximo combate.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/20130930/economia/diputaciones-bizkaia-alava-gipuzkoa-201309291658.html
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09-09-2011 Los dineros de sus señorías
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