20 agosto 2007

Alquilar es tirar el dinero. El Gran Salto

No sé si será la canícula veraniega pero se me va a poner peor la cabeza si me pongo a pensar sobre el artículo que publica hoy El País. Asquito y vergüenza da, mirusté. Y el Euribor ya al 4,670.
Por cierto ¿inyectar 3 días seguidos miles de millones de euros no es algo contraproducente para la inflación que se pretende evitar? Imagino que los inversores son una cosa y los que no llegan a fin de mes no olerán ni un céntimo de descuento en su cuota hipotecaria. Todo sea por el bien del euro. Esa moneda que tanto cuesta conseguir a la mayoría.

20-08-2007
El País
LUIS DONCEL
El alquiler sigue en lista de espera
El "gran salto" del arrendamiento que quiere el Gobierno choca con la falta de incentivos fiscales y la dificultad de los desahucios
"El número de viviendas en alquiler es claramente insuficiente; y la política oficial debe potenciar este mercado mediante medidas que incrementen la oferta de pisos de alquiler a precios moderados". Aunque podría serlo, esta cita no es de ningún responsable del ministerio de Carmen Chacón, sino de una tribuna publicada en este periódico en 1991. La firmaba la entonces directora general de Vivienda y hoy ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Hoy, 16 años y varios Gobiernos -socialistas, populares y de nuevo socialistas- más tarde, la situación del alquiler sigue igual. O peor.
A pesar de las declaraciones de Narbona y de todos sus sucesores, el porcentaje de inquilinos se ha mantenido en torno a un raquítico 11%, a un abismo del 38% de media europea. A finales de julio, el presidente Zapatero anunció con efluvios maoístas n "gran salto" para facilitar el acceso al alquiler, sobre todo a los más jóvenes. Ni él ni ningún portavoz gubernamental especificaron en qué va a consistir ese "gran salto" a ocho meses del fin de la legislatura.
Pero el anuncio llega en un momento en el que los desorbitados precios de la vivienda y la inacabable escalada del Euríbor hacen que sobre muchos españoles planee la duda de si les compensaría renunciar a la inveterada pasión patria por la propiedad del piso. Porque algo parece estar cambiando. En los últimos tres años se firmaron 421.000 contratos de alquiler, casi un cuarto de los existentes.
"Hasta ahora. El alquiler ha sido el patito feo del mercado español. A partir de ahora, ya no va a ser así", dice Fernando Encinar, portavoz de Idealista.com, el mayor portal inmobiliario en Internet. Y los argumentos que da son consistentes: según un estudio realizado sobre casi un millar de pisos que comercializa la web, alquilar sale un 49% más barato que comprar.
Idealista.com comparó el precio que los propietarios solicitaban al mes a sus hipotéticos inquilinos con la cuota, también mensual, de lo que costaría pagar la hipoteca de ese mismo piso. Para calcularlo, supusieron un préstamo con un interés del 3,5% y a 30 años.
Este mismo estudio hecho en mayo de 2006 reducía la diferencia al 40%, lo que hace suponer a los responsables del portal que cada vez más gente se inclina al alquiler.
Menos ventajosa para éste resulta la comparación entre el precio que pagaron de media las familias que arrendaron el año pasado un piso de 100 metros cuadrados, 720 euros, con los 787 euros que supuso en el primer trimestre la cuota hipotecaria media, a pagar en un plazo de casi 28 años.
El catedrático de Economía Aplicada de la Autónoma de Barcelona Josep Oliver no cree que la subida de los tipos de interés vaya a generar una gran salida hacia el mercado del alquiler. Más bien al contrario: "El Euríbor por las nubes hará que se creen menos hogares, tanto en propiedad como arrendados", asegura.
Y es que las malas noticias no llegan sólo para los que tienen una hipoteca. Mientras que el precio de la vivienda libre aumentó en el primer semestre del año sólo un 3,2%, los alquileres de las grandes ciudades, según el INE se encarecieron en torno al 4,3%. No es éste el único problema del alquiler.
Las ayudas fiscales, además de ser escasas, no benefician a la mayor parte de arrendatarios, informa Lucía Abellán. "No son muy allá", resume Luis del Amo, gerente del Registro de Economistas Asesores Fiscales. Según esta organización, sólo cinco comunidades (Asturias, Canarias, Castilla y León, Cataluña y Valencia) más el País Vasco, que tiene sus propias normas forales, ofrecen deducciones generalizadas. En Andalucía, Baleares, Cantabria, Extremadura, Galicia, Madrid y Navarra se conceden sólo a rentas bajas o colectivos desfavorecidos.
Pero al presentar la declaración, el ciudadano no suele tener en cuenta esa posibilidad por desconocimiento. No existen datos sobre lo que se gastan las administraciones en incentivar el alquiler, pero es de suponer que poco. Las ayudas son bastante "cicateras", según los asesores fiscales. Y eso que las deducciones ayudan a combatir el fraude.
Hay una condición indispensable según los profesionales para que el mercado del alquiler deje de ser residual. En palabras del consejero delegado de Colonial, Mariano Miguel: "Necesitamos una legislación de desahucio rápida. Mientras no se cambie la filosofía hiperproteccionista hacia el inquilino que no paga, que esconde una política social mal entendida, esto no se va a arreglar".
A pesar de que se aprobaron en 2003, los juicios rápidos para los desahucios por impagos no funcionan todavía. La falta de acuerdo entre el Ministerio de Justicia y las autonomías sobre quién ha de financiar los nuevos juzgados mantiene la reforma en la nevera.
Enrique Sanz, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía, dice que a pesar de que con la legislación vigente los plazos no deberían sobrepasar los tres meses, es muy habitual que lleven ocho o nueve. "Si el propietario ha reclamado varios meses el pago antes, como es habitual, el proceso puede superar el año. Un negocio ruinoso".

La agencia del ministerio logra menos de 5.000 contratos en tres años
Todos los consultados para este reportaje (empresarios, profesores y expertos) coinciden en un eje sobre el que ha de girar el esperado despegue del alquiler en España: la decisiva apuesta de las administraciones públicas para que toda la vivienda de protección oficial sea de alquiler.
En el ministerio responden que sí, que piensan potenciar esta modalidad, pero no especifican el porcentaje de vivienda protegida que destinarán al alquiler. Sí anticipan que en el "gran salto" previsto para otoño tendrá un papel preponderante la Sociedad Pública de Alquiler creada en abril de 2005 a bombo y platillo por la encargada de inaugurar el flamante Ministerio de Vivienda, María Antonia Trujillo. Falta le hace este impulso porque en sus casi tres años de funcionamiento sólo ha intermediado en unos 5.000 contratos, mucho menos de lo que han gestionado otras agencias análogas regionales, en un país en el que existen 1,8 millones de familias de inquilinos.
La otra pata sobre la que se asentaría el acercamiento a los niveles europeos de familias que viven alquiladas vendría por el lado empresarial. En un panorama en el que el parón en la venta de pisos ha hecho que la palabra preocupación vaya últimamente unida a las informaciones sobre la marcha del sector inmobiliario, las grandes promotoras ven en el alquiler una posible tabla de salvación.
Fernando Martín, presidente de Fadesa, ya anunció que ésta sería una de las líneas maestras del próximo ejercicio. Mientras, el consejero delegado de la segunda inmobiliaria del país, Colonial, considera una "oportunidad fantástica" irrumpir en el alquiler de viviendas.

1 comentario:

  1. En el caso Doce Amigos también vemos como se promociona el alquiler en la ciudad del Guggenheim:

    23-8-2007
    Diario El Correo
    Edición Vizcaya
    LORENA GIL
    Inician la edificación de 60 pisos en Uribarri tras el derribo de un grupo de viviendas en ruinas
    La promotora cierra el largo proceso de realojo de las 19 familias afectadas por las obras
    El barrio bilbaíno de Uribarri acaba de iniciar la reestructuración de una de sus zonas «más degradadas». El Ayuntamiento autorizó el pasado año la construcción de 60 nuevos pisos y 130 plazas de aparcamiento en el grupo 'Doce amigos', ubicado en las faldas del monte Artxanda a la altura de la avenida Maurice Ravel. Tras un largo proceso de realojos, la promotora responsable de las obras ya ha ejecutado el derribo de las 36 infraviviendas que albergaba hasta el momento la zona.
    El proyecto, que ha supuesto la modificación del plan de ordenación urbana para establecer los límites de la parcelación, ha afectado a un total de 19 familias y tendrá un coste aproximado de 12 millones de euros. La mayoría de los inquilinos, que abonaban un alquiler simbólico desde hacía décadas -entre 3 y 180 euros-, fueron realojados en pisos localizados tanto en el mismo distrito como en zonas más alejadas como Astrabudua. Sin embargo, lo que parecía un proceso sencillo se ha complicado hasta el último momento.
    Tres vecinos de 'Doce amigos' se atrincheraron en sus inmuebles ante la falta de acuerdo con la constructora. Los afectados incluso decidieron iniciar trámites legales para alcanzar una solución, mientras la promotora aseguraba que «ninguno se quedaría en la calle».

    Meses de negociación
    Cuando se determinó el perfil de la obra, los contratos de todos los residentes se extinguieron porque los edificios fueron declarados en ruina. Tras varios meses de conversaciones, en las que se negociaron tanto la ubicación del piso al que tendrían que mudarse como el precio del alquiler, las partes alcanzaron por fin un acuerdo.
    Con todos los flecos atados, el futuro 'Doce amigos' empieza a cobrar forma. El grupo estará compuesto por dos nuevos bloques de seis alturas, en los que se habilitarán 60 viviendas de 2 y 3 dormitorios, además de 130 plazas de aparcamiento, según explicó en la presentación del proyecto la concejala de Urbanismo, Julia Madrazo. Sesenta de las plazas de parking serán ocupadas por los propietarios de los nuevos pisos. El resto, al igual que los inmuebles, saldrán a la venta a precio libre.
    Las obras, que se espera que terminen a finales de 2008, incluirán asimismo un vial que conecte las calles Monte Aldamiz y Etxezuri con la parte baja de Uribarri, así como la creación de nuevos espacios verdes con arbolado autóctono que ofrezcan una imagen más «habitable» del barrio.

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